«La lengua no es el territorio de la imposición: es el territorio de la libertad».
El catedrático de Lengua española y académico Pedro Álvarez de Miranda, desmontó en su conferencia La lengua española y sus hablantes: actitudes ante el idioma, algunos de los tópicos sobre usos correctos e incorrectos que, en ocasiones, nacen del presunto deterioro y empobrecimiento del lenguaje. «La lengua no es el territorio de la imposición», nos dice, «es el territorio de la libertad».
Real Academia Española (RAE). 17/08/2016
En los cursos de verano organizados por la Universidad de Cantabria (UC) ha participado el 17 de agosto, el catedrático de Lengua española y académico Pedro Álvarez de Miranda, que considera que «La lengua es una institución profundamente democrática, seguramente una de las más democráticas que existen.
La lengua no es el territorio de la imposición: es el territorio de la libertad», ha manifestado hoy el académico Pedro Álvarez de Miranda en los cursos de verano organizados por la Universidad de Cantabria (UC), celebrados en su sede de Laredo. El profesor Álvarez de Miranda, presentado por el historiador y profesor de la UC Mario Crespo, ha impartido la conferencia «La lengua española y sus hablantes: actitudes ante el idioma».
CONTRA EL DOGMATISMO
Pedro Álvarez de Miranda ha comenzado su intervención con una serie de observaciones y advertencias en torno a determinados prejuicios y lugares comunes: «Se detectan en los hablantes una serie de actitudes recurrentes ante su lengua: la obsesión por distinguir entre usos correctos y usos incorrectos, la demanda de prescripciones normativas, el purismo (nunca reconocido como tal), el misoneísmo (es decir, el rechazo de lo nuevo), la descalificación no razonada de usos lingüísticos (eso “me suena mal”, tal palabra es “fea”, “horrible”, etc., o “no me gusta”), el alarmismo y aun el catastrofismo ante un presunto deterioro y empobrecimiento del lenguaje, la nostalgia de un pasado en el que supuestamente se hablaba y se escribía mejor. Esta conferencia aspira a desmontar tales tópicos».
A juicio del académico y catedrático de Lengua Española de la Universidad Autónoma de Madrid, «es preciso sustituir una visión dogmática, rígida, simplista y ordenancista de los hechos lingüísticos por una visión tolerante, reflexiva, razonadora, matizada, atenta al uso como fundamento de la norma y consciente de la inevitable complejidad de esos hechos y de su mutabilidad histórica».
¿QUIÉN MANDA EN LA LENGUA?
«¿Quién manda en la lengua?», se ha preguntado el académico en un momento de su intervención. En opinión de Álvarez de Miranda, «los hablantes suelen creer que en la lengua manda la Academia. Nosotros optamos por una respuesta distinta: la Academia manda con claridad (en el caso, bastante particular, del español) solo en un aspecto de la lengua, en un terreno que es puramente convencional: el de la ortografía. En los demás ámbitos del idioma (fundamentalmente la gramática y el léxico) “mandan” los hablantes, decide la colectividad de los usuarios, porque la norma emana del uso. La norma es el conjunto de los usos normales en un determinado nivel de lengua, en un determinado momento histórico y en un determinado territorio. Y téngase en cuenta que en un dominio geográficamente tan vasto como el del español es perfectamente natural que exista una pluralidad de normas».
«La Academia —según ha precisado el conferenciante— es notaria del uso, más que aduanera. Igual que los ciudadanos son depositarios de la soberanía política, los hablantes lo son de la soberanía lingüística. La lengua es una institución profundamente democrática, seguramente una de las más democráticas que existen. La lengua no es el territorio de la imposición: es el territorio de la libertad».