Puede que aún no hayas escrito nada por lo que sientas especial orgullo, pero después de ejercitar la velocidad durante un tiempo, seguro que has retenido muchas de esas ideas que antes se hubieran perdido por el camino. Ya eres capaz de acompañar a tu pensamiento, o al menos, de perseguirlo a corta distancia. Has capturado en tu mente, como si de una cámara de fotos se tratara, esos instantes mágicos que surgen tras un tiempo de entrenamiento.
Hoy vamos a dar un paso más en el camino hacia la escritura creativa. Esto no quiere decir que debas olvidarte de los ejercicios aprendidos hasta ahora. Nunca dejaremos de entrenar ️ ¿Acaso un atleta abandona para siempre sus ejercicios de calentamiento por haber alcanzado una buena posición de llegada a la meta? Las personas que nos dedicamos a escribir tampoco podemos dejar de entrenar, de calentar, de repetir a diario los ejercicios básicos de nuestra profesión.
Cuando escribes sin parar tu mente tampoco se para. El pensamiento no se detiene para corregir nada, porque la mano le obliga a seguir produciendo palabras, por muy extrañas, locas o desordenadas que estas sean. Esos tirones del pensamiento son los que despiertan la creatividad. Los provoca una mano dispuesta a escribir hasta el cansancio ✍
Tu mente no tiene interés en abrir la caja de pandora de las palabras, por eso controla lo que dices, e incluso, lo que piensas, para que no se te ocurra dejar de cumplir con las normas.
En el momento en el que escribes sin preocuparte del contenido, la mente se ve abocada a producir sin tiempo a seleccionar. En esa carrera, aunque no seas consciente, estás eliminando capas de censura, despojándote de pensamientos políticamente correctos, estás tirando por tierra ideas preconcebidas y, lo mejor de todo, estás liberando la imaginación.
Cuando llegues a esa fase, tu pensamiento se disparata en una rica tormenta de ideas ⛈ Rica por liberadora y creativa, pero no tiene por qué darte resultados válidos para incluir en un texto definitivo. Puede que nada de lo que generes en esos ejercicios te sirva luego como material para escribir tu obra, pero lo que sí habrás logrado es desempolvar la imaginación y la creatividad, lo que resulta imprescindible si quieres escribir buenas historias.
Habrás conseguido la unión entre mente y cuerpo
Llegados a este punto, te propongo hacer un pequeño ejercicio.
Toma papel y bolígrafo o abre un documento en tu procesador de textos y coloca tus manos sobre el teclado. Piensa en una palabra o una idea: mi casa; mi familia; el perro de Luis; mi casa es ahora la casa de Luis… y de su perro; el parque nacional del Teide; mi último viaje a París; una manzana; un nido de pájaros.
Empieza a escribir todo lo que se te ocurra: escritura automática
Coloca una frase tras otra, una palabra y otra más. Habla de lo que quieras, sin necesidad de conexión alguna, sin pensar si es o no adecuado, correcto o lógico. Si te bloqueas y no se te ocurre nada más que decir, escribe la última palabra o sus letras, tantas veces como lo necesites hasta que tu pensamiento te proporcione otra que te deje continuar. Por ejemplo:
«Yo tengo una cacerola grande que sirve para tocar el piano, para dar en la cabeza de los osos osos osos,oooosssos, un piano de los niños que suena los domingos cuando me voy a merendar lejos del mundo, porque el mundo está loco de remateeee remate remate…».
Mientras escribía esto he cometido errores. Algunos, como no puntuar ni tildar donde correspondía. Lo importante no es ahora cuidar lo que escribes sino romper el bloqueo. Ya habrá tiempo, al final, tras varias lecturas, modificaciones y cambios, de corregir lo que haga falta. Mientras tanto, en ese proceso de creación, el texto es nuestro y solo nuestro.
Ahora, intenta hacer tú lo mismo, pero escribe al menos 20 líneas. Al finalizar, lee lo que has puesto y analiza tu tormenta de ideas:
1️⃣ ¿Te has parado varias veces para pensar qué escribir?
2️⃣ ¿Has elegido las frases o las palabras pensando en que alguien lo iba a leer después?
3️⃣ ¿Has escrito pensando en tu propia valoración personal para juzgarte como escritor?
4️⃣ ¿Te has reprimido para no escribir algo de lo que arrepentirte luego? ¿Algo que te hiciera reflexionar?
5️⃣ ¿Podrías rescatar alguna frase o palabra que, trabajando sobre ella un poco, podría formar parte de un relato?
Si las respuestas a estas preguntas son:
1️⃣Sí ➖ Vuelve a hacer el ejercicio de modo que al final respondas NO
2️⃣Sí ➖ Repite el ejercicio hasta que tu respuesta sea NO
3️⃣Sí ➖Insiste hasta que dejes de juzgarte: NO
4️⃣Sí ➖Abre la caja de pandora. Si te invitas a reflexionar, mejor. Repite hasta responder NO
5️⃣Sí ➖¡Bien! ¡Enhorabuena! Guarda tus diamantes a buen recaudo, pronto brillarán en tus textos, como referencias que iluminan tu escritura.
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Primer secreto y segundo secreto de la escritura creativa