Si te digo que «a escribir se aprende» pensarás que llego un poco tarde para anunciarte algo tan obvio. Pero si te pido que me definas lo que significa escribir, ¿qué me dirías?
Tal vez definirías escribir como el acto de trazar o teclear signos gráficos que representan palabras, ideas… ¿es así? Ah, entonces ya nos vamos acercando al meollo del asunto.
Escribir es representar palabras, ideas… pero ¿para qué? ¿Qué pretensión se esconde tras esa necesidad de expresar el pensamiento? Pues depende de a quién me dirijo, qué quiero decir y para qué. Aquí están las tres claves para redactar un texto web.
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Público. A quién te diriges
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Asunto. De qué vas a hablar
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Objetivo. Qué quieres conseguir
A lo mejor me equivoco, pero me atrevería a decir que, a estas horas del día, ya has escrito algún WhatsApp. ¿Le has dicho a esa persona lo que querías? ¿Lo has hecho de forma clara, que entendiera el mensaje? ¿o te has pasado con las explicaciones? No está escrito en ninguna norma, pero se sabe que un WhatsApp extremadamente largo, en el que tienes que deslizarte por la pantalla porque sigue y sigue como si no hubiera un mañana, no cae bien, resulta molesto y encima puede interpretarse de muchas formas, la mayoría negativas. ¿Qué hago, entonces, si quiero explicarme con detalle?
Intenta que cada palabra diga mucho, para que pocas palabras lo digan todo.
Sí, ya sé que es muy difícil, que requiere pulir el texto, leer cada frase para saber dónde cortar. Claro que habrá que reescribir, analizar el contenido para asegurarnos de que la idea está clara y no hay que deducirla, nuestro público no es adivino.
Será necesario elegir bien cada palabra, porque cada una es un mundo y algunas dicen mucho y otras solo están ahí para señalar el camino.
Tranquilidad, a escribir se aprende. Y si no tienes tiempo, pero necesitas contenido textual en tu vida: contacta con nosotras