MICAELA HERNÁNDEZ

Nací en Tenerife en medio de una gran familia, rodeada de hermanos, abuelos y primos. Siempre quise ser psicóloga y por eso, a los 24 años me licencié en Psicología para luego cursar el máster en Terapia familiar y terminar especializándome en Psicoterapia de las adicciones.

Con el tiempo descubrí que uno de los mayores males de nuestra sociedad —que deriva en múltiples dolencias y enfermedades—, es el estrés y la ansiedad. Por eso, en mi empeño por encontrar un medio a través del cual ayudar a mis pacientes, descubrí la técnica del mindfulness (meditación plena), en la que he profundizado con seriedad y compromiso desde el momento en que apareció en mi camino.

Me certifiqué en mindfulness. Lo practico y enseño desde hace más de diez años. A mis pacientes y a todas las personas que se acercan a mis clases, les ayudo a aliviar la ansiedad y a controlar su estrés.

He sido tutora de prácticas en la UNED y en la ULL; coordinadora del programa de prácticas de Psicología General Sanitario de la ULL, y también de la Universidad de Valencia a distancia. Soy directora de trabajos de fin de máster, del alumnado de Psicología General Sanitario para la VIU. Actualmente también trabajo como psicóloga en una Unidad de Atención a las Adicciones.

Desde el 2015 soy coordinadora del grupo de intervención en prácticas grupales «Mindfulness y compasión» con pacientes drogodependientes en diferentes unidades y centros. Por otro lado, coordino el Programa de mindfulness y emociones «Prevención de las adicciones a través de la gestión de los riesgos y práctica de hábitos de vida saludables», en centros educativos de Tenerife.

He participado en diversas conferencias y ponencias sobre mindfulness, Psicología, adicciones y otros temas de interés general como la vida, la muerte y el acompañamiento al final de la vida.

Colaboro con Culturalias desde el 2020, tras un curso de escritura terapéutica en el que participé como asistente y que me encantó.

Estoy convencida de que aprender a controlar la ansiedad y el estrés, además de evitarnos problemas de salud, nos ayuda a mejorar la autoestima; impulsa nuestra creatividad y potencia la concentración, factores necesarios para quienes escriben o realizan cualquier actividad artística.